“No
hay nadie en este mundo que no haya sufrido por amor” así de lapidarias fueron
las palabras que me dijo un buen amigo mientras borracho, al compás de una melodía, me platicaba sobre su
ex novia. No soy la mejor para dar consuelo y más habiendo pasado por una circunstancia
parecida; pero analizando y meditando sobre ello le doy el beneficio de la
duda.
El
amor es una de esas cosas de las que todo el mundo habla pero nadie sabe
realmente qué es. Solemos tener solo nociones vagas sobre su concepto, aunque
si alguien nos preguntará: ¿Por qué me amas? Lo más probable es que nos
quedemos perplejos, como me paso a mí.
Navegando
en internet encontré una definición muy acertada: “El amor es un no sé qué, que nace no sé dónde y
termina no sé como…” admítamoslo, quien lo escribió sabía de lo que estaba
hablando…
Pero
dejando atrás la notable elocuencia del poeta anterior, personalmente creo que
quienes tienen una idea más específica de lo que es el amor son los músicos.
Porque, no sé… posiblemente es debido a que ellos tienen una mayor facilidad
para transmitir emociones resultado de una sensibilidad innata o bien, porque
les ha ido peor en el amor que a la mayoría de los mortales.
Si
no me creen piensen un poco, ¿cuántas de las canciones que escuchas en la radio
están dedicadas o hablan del amor? Pues yo me aventuro a decir que la mayoría,
incluso ni siquiera quienes nos jactamos de tener un corazón de piedra nos
libramos de este axioma.
¿Quién
no se ha emborrachado con esas canciones que te calan el alma? o ¿quién no se
ha sentido identificado con la letra de una canción? Y es que enamorarse te
vulnera. Y ese es un buen mercado, el público que sufre por amor o mejor dicho
por la falta de él. Ahora bien, hay 2 vertientes, uno “positivo” donde caben
todos los te extraño y arrepentimientos y otro “negativo” que engloban los
resentidos y despechados.
Así
que la próxima vez que dediquen o les dediquen una canción piensen en todo los
sentimientos que eso conlleva, en la búsqueda minuciosa que lleva a determinar
la indicada.