lunes, 29 de octubre de 2012

Corazón tan Blanco


“No he querido saber pero he sabido…” Así comienza Corazón tan Blanco, una novela que plantea una historia emotiva, cargada de reflexiones y anécdotas. Desde el principio remarca lo importante del saber Escuchar, sí, quizás esa sea la palabra clave en la trama; contada por su protagonista.

Me gustó esa visión acerca del amor como algo indeciso, desconfiado, tierno y pasional, sin seguir el típico esquema de la narrativa clásica (planteamiento, nudo y desenlace).

En el ámbito expresivo, la narración dota de un ritmo espléndido, sin tanta paja, que hace que no se pierda interés ni resulte para nada indigestante o pedante. Además, posee un admirable control del flash back simultáneo, en el cual presente y pasado se enlazan con naturalidad, algo que gratifica su lectura. 

Hay también una cierta sensación de fatalismo, de hechos que se van repitiendo inevitablemente con otros personajes que igualmente resultan muy interesantes, sobre todo, las pequeñas anécdotas que complementan la narración sin que desentonen de la historia.

Con una prosa a veces redundante, un recurso que en lo personal me ha parecido muy estético (en este caso), nos muestra diversos temas desde otra perspectiva.

La historia, en la cual no voy a profundizar porque perdería el encanto si se las cuento; trata de expresar la visión del autor sobre la vida en pareja y la necesidad de encontrar el amor perfecto. Sobre el secreto y su posible conveniencia, sobre el matrimonio, el asesinato, la instigación; sobre la sospecha, sobre el hablar y el callar y sobre los corazones tan blancos que, poco a poco, se van tiñendo y acaban sabiendo lo que nunca quisieron saber.

viernes, 12 de octubre de 2012

Luna de Octubre


De las lunas, la de Octubre es la más bella y para mí la del 12 destella.

Fechas como hoy siento una sensación especial en el ambiente
o quizás es producto de mi mente,
como un perfume que rocía el día,
como una melodía que me llena de alegría.

Incluso con cientos de kilómetros de distancia
y aun más palabras guardadas con ansias,
esta noche como cada año
sé que compartimos la misma luna de antaño.

A él que me ha cuidado, formado y mimado.
A él que le debo mi nombre, mi vida y todo mi ser.
Quiero dedicarle este verso con mucho placer.

Feliz cumpleaños a mi papá

A la vida gracias por contar con él y que me permita conservarlo muchos años más.

jueves, 4 de octubre de 2012

Abreacción


Una tarde como cualquier otra en un lugar que no tiene relevancia en la historia, una niña de escasos 5 años se encuentra con una muñeca en una mano y un cuchillo carnicero en la otra; la empieza a mutilar, le arranca la ropita, le corta el cabello y por último la entierra al pie del rosal. La muñeca no era suya, el cuchillo tampoco.

En mi cabeza seguía retumbando el mismo cuestionamiento, aún no comprendo porque a las personas les gusta escarbar en el pasado de otras. Pero esta vez no omití la respuesta por capricho sino porque realmente no recordaba el primer recuerdo de mi infancia. Solo tengo escasas imágenes mentales de mi adolescencia, más allá de eso mi selectiva memoria no tiene grabado nada. Por ello, a mí también me intrigaba...

Han transcurrido muchas lunas desde que deje de ser una niña, muchísimas. Y con cada luna se han ido recuerdos y otros bloqueado convenientemente.

Se había hecho de noche y yo permanecía en mi cama acostada viendo hacia arriba, tratando de hacer memoria y pensando en la luna que no podía ver porque el techo me la obstruía. Aunque quien sabe si la hubiera podido ver porque estaba nublado y el frió cada vez era más intenso, no me quise asomar por la ventana para salir de la duda, me dormí con la incógnita, con esa y con la otra.

Ya paso un año de esa larga noche, tal vez un poco más; la verdad después de un tiempo deje de pensar en eso, mi obsesión se convirtió en resignación. Dimití, ya no forcé a mi cerebro a decirme lo que obviamente no quería recordar. No tenia caso enfrascarse en algo intrascendente.

Eso creía, que no tenia trascendencia hasta que la vi; llevaba un vestido rojo, medias blancas y un moño más grande que su propia cabeza. Iba arrastrando su muñeca boca abajo, se resbalo al bajar de la banqueta y su madre (supongo), que iba a su lado, no alcanzo a levantarla. Se había ensuciado sus manitas pero no lloro.

No era yo, nunca fui tan valiente; solo miraba detenidamente la escena. Desde ese momento vincule todo, y ahora sé porque nunca me han gustado las benditas rosas. 

lunes, 1 de octubre de 2012

Nadie nos enseña a estar solos

Entré y no pude ver nada, las luces estaban completamente apagadas en plena oscuridad de la madrugada, dí unos pasos y sentí que corría agua por el piso, prendí toda la iluminación del interior, súbitamente parecía que el sol se había instalado en mi casa. La ventana había permanecido abierta todo el fin de semana y las lluvias torrenciales provocaron la ligera inundación. Fue ahí cuando me percaté que me había quedado sola, sin una nota de despedida de por medio.

Hay cosas con las que me cuesta lidiar, la soledad es una de ella. Y es que nadie nos enseña estar solos... Tal vez por ello, por más que me mantenga ocupada todo el día, al cruzar el umbral de mi puerta el sórdido sonido del silencio me acicalan, o quizás es el encontrar todo exactamente como lo dejaste, como una fotografía a la cual solo le cambia el matiz y el brillo.

Irónico que repercuta emocionalmente en mí la falta de compañía, cuando no soy precisamente de las personas que llega del trabajo con la intención de platicar las generalidades del día, suelo pasar de largo a mi cuarto, prender la tele, la lap y sumergirme en un mundo que me arrulla hasta dormir.

Ahora trataré de disfrutar de mi misma; saldré de mi cueva, aprovecharé para leer en voz alta, escuchar música a todo volumen, incursionar en la cocina (un terreno inhóspito); re-decoraré a mi gusto. Por las noches me sentaré a cenar en el comedor, no en la cama. Haré y desharé y aun así, mantendré todo inmaculado como siempre me ha gustado.

De cosas difíciles de afrontar y seguir adelante, este año va que pinta para encabezar la lista…