Se define como canibalismo al acto de alimentarse de miembros de la propia especie. Lo cual supone el hecho que "mango no come mango" pero debo reconocer que el Ataúlfo es la variedad y mi fruta preferida sin duda alguna, no solo porque mi papá se dedique a cosecharlos si no porque su dulce sabor, su aroma intenso, su vistosa forma y tamaño envuelven tus sentidos. De ahí, la expresión o analogía de una persona "atractiva" con tal fruta, sencillamente porque es inigualablemente deliciosa.
Para quienes no conozcan sobre el tema, el Mango Ataúlfo se produce y tiene denominación de origen exclusivamente en la zona Soconusco del estado de Chiapas, de donde soy oriunda.
No estoy muy empapada al respecto del proceso de desarrollo, como bien dice mi mamá: "Tu solo te los sabes comer" y sepan que lo disfruto mucho, aunque si se reconocerlos y como una experta catadora les puedo decir que dicho fruto posee un olor, color, sabor y tamaño característicos. Una anécdota al respecto me sucedió cuando hace unos días me dispuse ir al super y al pasar por la sección de Frutas me percate que lo que decía la etiqueta de los mangos no era tal, ¡variedades de mangos hay una infinidad! Hasta para mi que crecí familiarizada con ellos me resultaría difícil nombrar todas las clases que existen.
Si algo admiro de mi estado (Chiapas) son las riquezas naturales con las que cuenta y entre ellas la producción de diferentes cultivos calidad de exportación.
Yo por mi parte, me dispongo a aprovechar los últimos días de la temporada de Mangos Ataúlfos, que de aquí hasta principios del otro año no habrá mas...
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