jueves, 15 de marzo de 2012

Manual para no morir de Amor

De compras por la libreria decidí acercarme a la sección de "Desarrollo Humano", a la cual no suelo recurrir con regularidad porque no es la clase de contenidos que acostumbro leer. Ademas solía pensar que un libro de ese tipo no podia decirme más de lo que mi lógica concibiera, y tengo que aceptar que siempre que hay mucha gente me da cierta "pena" que me vean tomar un libro de dicha categoría. Sin embargo ayer habían pocas personas, por lo que pude acercarme a dar un vistazo.

Inmediatamente salto a mi vista un libro con una portada roja y letras grandes titulado: "Manual para no morir de Amor", tome un ejemplar y leí rapidamente el prólogo, tras dedicarle escasos segundos me dí cuenta que estaba interesante, por lo que decidí llevarmelo para leerlo con calma en la tranquilidad de mi casa.

Hoy retomé la introducción y empecé a leer el libro, del cual les comparto parte del inicio:


"Morir de amor, despacio y en silencio”, canta Miguel Bosé. Y no es solo ficción ni entretenimiento musical, es realidad pura y dura. Para muchos, el amor es una carga, un dulce e inevitable dolor o una cruz que deben llevar a cuestas porque no saben, no pueden o no quieren amar de una manera más saludable e inteligente... Esa es la verdad: no todo el mundo se fortalece y desarrolla su potencial humano con el amor; muchos se debilitan y dejan de ser ellos mismos en el afán de querer mantener una relación tan irracional como angustiante. Hay que vivir el amor y no morir por su culpa. Amar no es un acto masoquista donde te pierdes a ti mismo bajo el yugo de alguna obligación impuesta desde fuera o desde dentro.

Morir de amor no es irremediable, como dicen algunos románticos desaforados. Las relaciones afectivas que valen la pena y alegran nuestra existencia transitan un punto medio entre la esquizofrenia (el amor es todo “locura”) y la sanación esotérica (el amor todo “lo cura”). 

Infinidad de personas en el mundo han quedado atrapadas en nichos emocionales a la espera de que su suerte cambie, sin ver que son ellas mismas quienes deben hacer su revolución afectiva. Cada quien reinventa el amor a su amaño y de acuerdo con sus necesidades y creencias básicas, cada quien lo construye o lo destruye, lo disfruta o lo padece. Morir de amor no es un designio inevitable, una determinación biológica, social o cósmica: puedes establecer tus reglas y negarte a sufrir inútilmente. Esa es la consigna...


Realmente parece muy prometedor, se los recomiendo leer, independientemente del estado emocional en el que se encuentren; su contenido se basa en una serie de premisas directas y precisas que proporcionan una idea refrescante de los sentimientos humanos y lo complejos que somos los seres humanos.

Nota personal: Es inevitable sentirse identificado por determinados capítulos en particular.

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