sábado, 17 de marzo de 2012

Reír llorando

¡Ay cuantas veces que al reír se llora, 
nadie en lo alegre de la risa fie, 
porque en los seres que el dolor devora, 
el alma llora cuando el rostro ríe!

Que difícil resulta el reír o por lo menos sonreír cuando nos encontramos tristes, cuando sentimos un vacío interior que no podemos llenar. Cuantas veces he leído frases o mensajes inspiracionales que suenan como si estuvieran en otro idioma sencillamente porque no logro comprender.

Suena fácil el dar consejos y afirmar que todo se supera rápido pero "del dicho al hecho hay mucho trecho" 

Existen circunstancias en la vida en las cuales ni haciendo circo, malabar y teatro se consigue una sonrisa, hasta a la persona más jovial y risueña le cuesta emitir un gesto de alegría cuando pasa por un duelo; y ni hablar de quienes ni siquiera podemos sonreír para una fotografía pero eso si, tenemos la facultad de sacarle una carcajada a los que nos rodean.

Sin duda creo que el mejor accesorio que puede lucir un individuo es una sonrisa, y como bien dice una célebre frase: "La risa es un verdadero desintoxicante moral capaz de curar o por lo menos atenuar la mayoría de nuestros males. Y ademas, no hay ningún peligro si se supera la dosis"

Por eso ¡ríe!, Ríe hasta que te duela la panza, hasta que te falte el aire y ya no puedas más, aprovecha de todas las cosas que tiene la vida. Y cuando te sientas deprimido disfruta tu soledad, date un tiempo para ti mismo  y luego busca un Chocolate y ponte a ver una Comedia para que recuperes tu felicidad; solo recuerda y ten presente que la felicidad únicamente es el "camino" y no el destino al que hay que llegar.

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